Nuestro organismo se compone de innumerables estructuras, todas ellas relacionadas directa o indirectamente entre sí y se influyen mutuamente. Si se altera la interacción entre músculos, huesos, órganos, nervios y otras estructuras, el cuerpo se desequilibra y se producen molestias.
El objetivo de la fisioterapia es eliminar las disfunciones y los dolores asociados. Por ejemplo, con ejercicios de fortalecimiento, estiramientos de la musculatura o movilización de las articulaciones. Además, las posturas incorrectas se pueden evitar preventivamente mediante técnicas posturales y musculares.
En cambio, la osteopatía es un tratamiento holístico que trata todas las estructuras del cuerpo como una unidad. Las disfunciones, tales como bloqueos del sistema óseo o problemas en la zona visceral (órganos internos) y craneosacral (cráneo-columna vertebral-sacro) se localizan y se tratan.
“Encontrar la salud debe ser la preocupación de un osteópata, cualquiera puede encontrar la enfermedad”.
A.T. Still